Nos gusta
llamar la atención con los uniformes que vendemos, somos partidarios de
personalizar los uniformes de trabajo y añadir mensajes, pero al menos para
nosotros, no todo vale, ni todo suma.
Somos partidarios de llamar la atención, ya sea con los estampados de nuestra ropa laboral, con el patronaje, con los diseños, con la combinación de colores o materiales y como no, como he comentado, estampando mensajes simpáticos que logren captar la atención del cliente y así lograr que hablen de nosotros.
Está claro
que la camiseta con el mensaje que mostramos, lo ha logrado, ha llamado nuestra
atención de lo contrario no escribiríamos sobre ello
Dicha imagen,
la de esta prenda, con ese texto se suele ver de tanto en cuanto por las redes
sociales, lo que quiere decir, que realmente se ha hecho viral, consiguió parte
del objetivo ¿Pero es positivo o negativo, lo que transmite? A nosotros y que
el restaurante nos perdone si llegara a leer este post, lo desaprobamos al 100%
no nos parece adecuado ni positivo para el negocio, y lo analizamos a
continuación.
Llamar la
atención con los uniformes de trabajo, siempre hemos pensado en Epiformes que
es algo positivo, de hecho lo hemos defendido a capa y espada, pero en esta
ocasión, trataríamos de disuadir al cliente si viniera a nuestras instalaciones
a uniformar a sus operarios, de su idea y buscaríamos una alternativa que
hiciese llamar la misma atención, pero de una forma simpática y no tan agresiva.
¿Qué me transmite
un mensaje como el que vemos en la foto?
Lo primero
lo leería tres veces, porque pensaría que no lo entendí bien las dos primeras,
que de hecho es lo que me ha ocurrido.
Lo siguiente
qué pensaría es; Si han tenido que llegar al extremo de lanzar ese mensaje de
forma tan visual en la espalda de un camarero como si fuera una pancarta móvil,
¿Cuánto tardarán en atendernos y servirnos? Las quejas tienen que ser
numerosas, cuando tomas la decisión de poner la tirita antes que la herida.
Es decir,
aun no me he sentado y ya me estás diciendo que vas a tardar en atenderme. Ojo,
que aún no me he quejado, pero pondré atención ya que has levantado la liebre,
accionaré el cronómetro buscando argumentos para justificar dicha mala
decisión.
Como se
suele decir “Excusatio non petita, accusatio manifesta” Te disculpas de una
forma más bien poco ortodoxa de algo que aún no ha ocurrido, porque aún no he
puesto las posaderas en el asiento.
Por otro lado
y de forma automática, me preguntaría ¿Otros restaurantes, donde suelo ir que
me atienden bien donde las viandas son exquisitas y siempre está al 100% de
ocupación con varias rotaciones de comida, como lo hacen? Obviamente se
organizan y no tienen quejas, al menos no es la normalidad como en el
restaurante de la camiseta estampada.
Otra cosa
que me llama la atención es hacer mención a la comida, concretamente la frase
“NI LA COMIDA VIENE EN LATA” Bueno, a ver, no sé, sinceramente, me sentiría
agredido y no es que yo sea de piel fina, ya sé que la comida se elabora y que
lleva su tiempo, pero ¿Realmente es necesario dicho comentario? Yo no lo veo,
no me haga responsable del atasco en la cocina de su restaurante esgrimiendo
que no tengo paciencia, o sea, los platos no tardan en llegar, me lo parece a mí,
porque soy una persona impaciente, porque puedo llegar a pensar que la comida
llega en lata, esta se abre se calienta y sirve.
En este caso
y una vez más me da a entender que le dan quejas de forma constante, Si yo
fuera Alberto Chicote aconsejaría al restaurante en cuestión que buscase más
operarios y que organizara mejor al
personal de cocina, todos hemos ido a cientos de restaurantes a lo largo de
nuestra vida unos mejores que otros y los que tienen gran éxito, no te hacen
esperar y la comida la elaboran como verdaderos profesionales.
Algo que
también llama mi atención es el imperativo que usa el final de la frase
“PACIENCIA
POR FAVOR” que no es lo mismo que al revés “POR FAVOR, PACIENCIA” En la primera
opción me exiges paciencia o sea imperas, y en la segunda me pides un favor,
que tenga paciencia. No es lo mismo ordenarme que pedirme un favor.
Y por último
algo que entienden los más adeptos a redes sociales y aplicaciones de
mensajería móvil, el hecho de escribir en mayúsculas, todos sabemos que es
sinónimo de gritar.
Resumiendo:
Me pones de
simple ironizando con la comida en lata.
Me haces
responsable de tu falta de organización o personal en tu negocio.
Me exiges
que tenga paciencia.
Y todo ello
me lo dices gritando.
Definitivamente,
no es el mejor mensaje que se puede usar en la ropa laboral de tus camareros.
En cambio si
echamos un ojo a la camiseta de la derecha que hemos retocado con Photoshop,
podremos hacer un análisis totalmente diferente
Llamamos la
misma atención, ya que no suele ser habitual ver algo impreso en un uniforme de
trabajo que abarca toda la espalda de un camarero, es una pancarta en
movimiento que hace que nuestros ojos enfoquen directamente el texto, somos
curiosos por naturaleza y leemos:
Estamos
encantados de recibirte y atenderte.
Estás en tu
casa.
Bienvenido.
Hemos
llamado tu atención y te hemos transmitido: Nos has hecho felices con tu visita
y haremos todo lo posible para que tu experiencia sea grata, nos desviviremos
para atenderte, lo que implica que no te haremos esperar, haremos todo lo
posible para que así sea. No tengas prisa dado que estás como en tu casa,
disfruta, Se bienvenido.
¿Quién ante
un mensaje así, se puede enfadar si la comida tarda un día algo más de lo
normal?
Yo no
podría.
En Epiformes
seguiremos asesorando a todos nuestros clientes con la mejor de las
intenciones, cuando acudan a nuestra tienda física o nos soliciten información
sobre las prendas de nuestra tienda on-line, trataremos que nuestros clientes
con sus uniformes llamen la atención y que con ello marquen la diferencia con
su competencia, pero sin caer en lo grosero.
Vender
uniformes, es sencillo, lo difícil es lograr que el cliente añada valor a su
negocio con ellos, en Epiformes trabajamos con pasión, para que así sea.