Hace poco más de 400 años, los médicos y estudiantes solían vestir de negro principalmente, por dos motivos uno porque inspiraban confianza debido a que en aquella época vestir de color negro daba sensación de seriedad y elegancia, es decir una vez más donde no llegaban los conocimientos dada la época, lo hacía la imagen y por otro lado el hecho de buscar protegerse de manchas provocadas por el paciente, al ser prendas negras dichas manchas se disimulaban.

 

Podemos constatar dichos hechos en uno de los cuadros pintado por Rembrant en su obra "La lección de anatomía del doctor Tulp" (Año;1.613)  Considerada una de sus obras más emblemáticas.

Hasta entonces un sanatorio u hospital era un sitio donde ir a morir, se asociaba el color negro a la muerte y la desgracia, debemos tener presente que ser médico era sinónimo de matasanos y que más que una ciencia, la medicina eran meros experimentos a ciegas por falta de conocimientos basados en prueba y error.


 No sería hasta finales de siglo XIX cuando un médico húngaro llamado Ignác Semmelweis descubrió la importancia de las condiciones higiénicas en laboratorios e instalaciones médicas. (Sepsis puerperal, proceso infeccioso grave generalizado) Ignac pudo constatar la distinta tasa de mortalidad que existía entre aquellos recién nacidos y madres que eran atendidas en salas de parto atendidas por matronas y aquellas en donde había médicos y estudiantes, menos cuidadosos estos últimos con la higiene.

Lamentablemente no fue tomado e cuenta en la época y terminó falleciendo de septicemia en un asilo a la edad de 47 años.

 

Fueron pocos años después cuando Louis Pasteur logro publicar la hipótesis microbiana, dando así  peso de forma indirecta al doctor húngaro, fue prácticamente a partir de entonces donde comenzó a bajar de forma sustancial la tasa de mortalidad y comenzó a ir de la mano higiene y el color blanco reflejo directo de pureza, curación y autoridad, la medicina había dado pasos de gigante y comenzaba a ser salvación de muchos.

 

Una vez tomada conciencia sobre la importancia de la higiene, vestir una bata blanca daba garantías de limpieza y seguridad a priori al paciente  ya que la suciedad era rápidamente detectable en dicho color y el médico se veía obligado a cambiar de forma habitual de ropa y presentarse inmaculado ante el enfermo.

 

Cierto es que una bata blanca no es barrera para bacterias y gérmenes  dado que se ha demostrado con los años que los accesorios como relojes y joyas, bolígrafos o los puños de una bata suelen tener mayor concentración de bacterias que el resto de vestimenta de un facultativo.

Hoy en día debido a los protocolos en el mundo moderno, no es especialmente importante vestir de blanco dado que las normativas marcan las pautas de higiene a seguir, siendo estas muy estrictas, es decir hoy en día todo profesional dedicado a la medicina, por prevención primero y por sentido de la profesionalidad con sus pacientes, sabe que pautas debe seguir en cuanto a higiene se refiere.


Hoy en día es muy común usar colores lisos o una combinación de colores y estampados a cual más llamativo con el fin de hacer la estancia del enfermo más agradable y menos seria, máxime si los pacientes son niños. La intención es hacer que el paciente se sienta en un entorno más agradable si cabe.