Muy lejos
quedaron atrás aquellos años donde ser “matasanos” se conjugaba con la
profesión de barbero o peluquero, donde lo mismo, te hacían un afeitado que una
sangría para curar infecciones.
En aquella
época ni se cuidaba la asepsia ni mucho menos la imagen. Eran otros tiempos y
existían otros valores, otras prioridades. La historia hay que valorarla y
juzgarla en su justa medida en su contexto.
Antiguamente
la esperanza de vida era mucho más corta que la actual y el objetivo prioritario era mantenerse vivo,
era pura supervivencia. La evolución, las leyes y la protección social pagada
con dinero de los impuestos, “bien redistribuidos” fue haciendo que la sociedad
en general, aspirara a algo más que mantenerse vivo, sumando calidad y
esperanza de vida.
Hemos ido
evolucionando, y dicha evolución no sólo llegó a la ciencia e investigación,
también a instalaciones, herramientas, medios y como no al vestuario de los
sanitarios.
Hoy en día
se busca que un profesional de la sanidad, se uniforme, para sí mismo y para
los demás.
Para sí
mismo, buscando ropa sanitaria, cómoda, flexible, que repela manchas, que seque
rápido y que no necesite plancha, o sea 100% Poliéster, y para los demás,
llamando la atención con vestuario sanitario con estampados originales,
modernos y divertidos, con el fin de contrarrestar el miedo que a todos nos
puede entrar al llegar al médico. Si este se uniforma con ropa divertida,
tenemos menos posibilidades de sufrir el conocido estrés por “La bata blanca”.
En Epiformes llevamos décadas apostando e incitando a los fabricantes a que cada vez diseñen prendas, más atrevidas y llamativas. En nuestra web podrás encontrar una gran variedad de ellas.