La ropa de
camuflaje, una vez más depende de la evolución y la supervivencia de la
especie.
Existen
muchos detractores y otros tantos defensores sobre el disponer o no de un
ejército en un país. Podemos o no estar de acuerdo, pero lo cierto es y aunque
sea muy triste, la mayoría de avances médicos y científicos en el mundo siempre
han derivado de una guerra, de la necesidad de ser superior al enemigo para
investigar crear y avanzar y que el ser humano evolucione aplicando lo
aprendido en tiempos de paz.
La palabra
camuflaje, proviene del francés camouflage.
La mayoría
de los camuflajes que conocemos, están basados en la cripsis, fenómeno por el
que un ser vivo presenta adaptaciones que le hacen pasar desapercibido a los
sentidos de otros. Conocemos cientos de casos y animales que lo practican,
camaleones, pulpos, tigres, cebras, insectos, aves etc.
El hombre
por estrictos motivos de supervivencia, se vio obligado a evolucionar con el
mimetismo o camuflaje en el mismo momento que las armas de fuego ganaron en
precisión y alcance. No quedó más remedio que tratar de ocultarse en la medida
de lo posible ante el enemigo y camuflarse. No sería hasta la primera guerra
mundial, donde el tejido militar de camuflaje se expandiría de forma industrial
y se ampliaría de forma exponencial en la segunda.
El camuflaje
no sólo es usado en el ámbito militar, también es una herramienta importante
entre cazadores e incluso ha llegado a la ropa de vestir en el día a día.
Sin olvidar
la ropa laboral, en este caso en ciertas prendas de trabajo de camuflaje, se le
han añadido colores, son llamativos y originales y esa es la idea, llamar la
atención y que el uniforme de camuflaje no pase desapercibido.
En Epiformes, dispones de Chaquetas de cocinero, gorros de cocina, pantalones de trabajo, chaquetas worshell de industria, delantales, casacas sanitarias, etc, todas ellas con estampados de camuflaje.